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¡ Dios te bendiga !
Filosofía Bíblica de Ministerio
Quienes Somos
La iglesia bíblica Berea, está formada por cristianos que tenemos la Biblia como guía y última autoridad en fe y práctica, por eso, nuestro mensaje es el Evangelio de Jesucristo, al cual exaltamos como único Señor y Salvador.
Predicamos, que dicha salvación, solo se obtiene por gracia; por medio de la fe que es en su nombre, por tanto, a través de la predicación llamamos a todos los pecadores al arrepentimiento y a la fe del Hijo de Dios, esto es: a Jesús el autor y consumador de nuestra fe.
Principios y valores bíblicos NO negociables
1a) Dios como piedra angular de nuestras vidas (Deu. 6:5):
Este principio bíblico, nos lleva al punto de que Dios, es el centro de nuestra vida, es por esto por lo que; conocerlo por medio de su Palabra, amarlo y glorificarlo, debe ser la principal motivación y el eje central de nuestra vida.
Es por esto, que nuestra enseñanza bíblica es teocéntrica, haciendo un especial énfasis en la predicación expositiva de su Palabra, buscando siempre la manera de exaltar y glorificar a Dios y sus atributos por encima de cualquier pensamiento humano.
La implicación que esto conlleva es: que la persona nacida de nuevo, y bautizada, debe ser un fiel reflejo en cuanto a conducta y obediencia a su Palabra y que lo que ahora vivimos lo hacemos de forma en que podamos glorificar a Aquel que dió su vida por nosotros, como muestra de infinita gratitud a nuestro Redentor.
1b)Nuestra alabanza congregacional.
Como parte de nuestra adoración a Dios, el estilo musical pasa a un segundo plano, dando total prioridad a que, los himnos que entonamos, al igual que las canciones, busquen una correcta adoración, basadas en verdades bíblicas, esto es: centradas en su Palabra, exaltando a Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo, por encima de cualquier emoción o sentimiento puramente humano.
La implicación que esto conlleva es que: aunque no queremos enemistarnos con nadie, no buscamos agradar al hombre, sino exaltar a Dios y glorificarlo también con nuestra alabanza.
2º) Las Escrituras como guía de nuestras vidas:
2ªTim.3:16. La Palabra de Dios como ultima autoridad en fe y práctica, esto es, ella determina lo que somos, tanto como individuos, al igual que como iglesia, por encima de cualquier criterio humano, por eso, tanto nuestro caminar y devoción a Dios, está supeditada a ella, pues todo lo que el hombre necesita para la vida y la piedad se encuentra en ella, ya que esta, es todo lo que necesitamos para nuestra salvación al igual que para nuestra santificación, con ayuda del Espíritu Santo, y es por esto, que animamos a la congregación a una vida de lectura bíblica, ya no solo en los cultos congregacionales, sino también en el vivir diario para un crecimiento paulatino en santificación y así poder ser moldeados en el carácter de Cristo.
La implicación que esto conlleva es: Las Escrituras, son nuestra forma de gobierno en la iglesia, así como nuestras decisiones, predicación, enseñanza y cualquier ministerio, deben estar sujetos al modelo que las Escrituras nos enseñan, por eso nuestra enseñanza es expositiva, y aplicamos una hermenéutica , histórica y gramático-literal de la Palabra de Dios.
3º) La salvación como acto divino:
Ef.1:3-7. La elección, salvación y la redención, son una obra exclusiva de nuestro Señor Jesucristo, no hay obra alguna que el hombre o mujer, pueda hacer ni para salvarse, ni para justificarse, ni para escoger a Dios, pues este acto, es puramente divino: el Padre nos escogió, el Hijo nos justificó, el Espíritu Santo nos selló.
La implicación que esto conlleva es: las tres personas de la Trinidad actúan para nuestra salvación, quedando manifiesto que creemos en un Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios, tres personas a la vez.
4a) Vivir como verdaderos cristianos:
Jn.4:23. Nuestras vidas, tanto en la congregación, en casa, en el trabajo o en cualquier lugar que nos encontremos, deben ser un reflejo de la obra salvífica de Cristo en nuestras vidas, quedando manifiesto que, nuestro estilo de vida es una continua adoración a Aquel que se dio así mismo por nosotros.
Nuestra responsabilidad personal, es buscar la santidad de Dios por medio de su Palabra y con el Espíritu Santo guiándonos a toda verdad, por esto, entendemos, que ser cristiano es algo más que pertenecer a una entidad religiosa, o pertenecer a un sistema ético con ciertos valores. Ser cristiano, como la misma palabra indica es seguidor de Cristo, y vivir bajo las enseñanzas que Él nos dejó en la Biblia.
4b) Mt.28:19-20. Como cristianos tenemos el deber de llevar una vida de evangelismo, convencidos de que la iglesia esta llamada a la predicación del evangelio a los perdidos, y cumplir así la gran comisión dada por nuestro Señor Jesucristo de hacer discípulos sin importarnos, nacionalidad raza o color de piel, de la misma manera este discipulado nos implica el bautismo en el nombre del: Padre, Hijo, y Espíritu Santo, al igual que enseñar que se guarde todo mandamiento tal y como Jesús nos enseña en las Sagradas Escrituras.
La implicación que esto conlleva bien pueden ser las palabras del apóstol Pablo en su carta a los Gálatas cuando dijo:” Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a si mismo por mí. (Gal.2:20).
Nuestro liderazgo
Col.1:18. Como las Santas Escrituras nos enseñan Cristo es la cabeza de la iglesia, y nosotros su cuerpo, al que Él equipara con hombres que tienen tanto un llamado interno como uno externo, y que cumplen los requisitos de acuerdo con el estándar bíblico de: 1ª Tim.3:1-7. al igual que Ti.1:5-9 etc.
Creemos que la misión pastoral debe ser ejercida por hombres que tienen una vocación dada por Dios y que cumplen con los requisitos anteriormente mencionados, los cuales deben alimentar y pastorear a la congregación, así como protegerlos, capacitarlos y guiarlos entendiendo que la iglesia pertenece a Cristo, nuestro Pastor Supremo el cual compró por sangre a su iglesia.(1ªPe.5:1-4) Por eso nuestros pastores-maestros deben estar cualificados teniendo como prioridad ser gente enseñable (2ªTim.2:2), cuya labor principal debe ser tanto la oración como el ministerio de la Palabra, por lo cual deben de estar preparados (preparándose) para trazar con precisión dicha encomienda, como las Escrituras nos enseñan.
Al igualmente creemos que la mujer, puede tener un ministerio tanto dentro de la alabanza, como dentro de la enseñanza entre los niños (escuela dominical) Declaramos: para cualquier ministerio aquí nombrado, tal persona primeramente debe ser miembro de nuestra congregación: Berea Iglesia Bíblica Evangélica.(B.I.B.E.)
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